Esta película del director C Laughton en blanco y negro es un maravilloso cuento cinematográfico con los actores principales Robert Mitchum y Shelley Winters que narra la historia de un hombre que después de cometer un crimen y robar dinero se los entrega a sus pequeños hijos haciéndoles jurar que no dirán a nadie y lo guardarán para ellos cuando crezcan. Esto sucede previo a ser él capturado y ahorcado posteriormente. Mientras está en prisión habla en sueños sobre el dinero y su compañero de celda que es un hombre que se hace pasar por pastor evangélico se pone en alerta. Al estar libre éste hombre que es un desquiciado se dirige a conquistar la viuda para buscar el dinero que él supone está en esa casa.
Los niños que son un varón de 8 años y una niña de cinco aproximadamente son acosados por este hombre para que le digan dónde está el dinero. La película adquiere gran fuerza y mantiene el suspenso que a veces se vuelve terrorífico. La fotografía es excelente y a la vez retrata toda una época en relación a costumbres y la gran influencia religiosa en la vida de esas personas para las cuales Dios puede ser una gran ayuda como también un medio para manipular a otro y donde el bien y el mal se confrontan.
